La vuelta a la acción política de Julio Anguita, al margen de siglas partidistas, es cuanto menos una corriente de aire fresco.
Quienes peinando canas, cambian la quietud de su madurez por la prórroga de su compromiso de juventud, manteniendo vivo el espíritu combativo, y con ansias renovadas deciden seguir luchando por una sociedad mas justa y equilibrada. Cuando menos, son seres especiales, referentes, a los que en justicia hay que reconocer su compromiso para con los demás, por su tenacidad, por su empeño en reconquistar el capital social malversado por los acólitos a las siglas, por esa pestífera clase política que ha convertido su...