La huelga: derecho o chantaje

La huelga vuelve a ser protagonista, con la amenaza de paro de los trabajadores de AENA que puede afectar no solo al derecho a las vacaciones de Semana Santa, sino al resto de las vacaciones de éste año 2011,

 incluidas las vacaciones estivales y consecuentemente va a tener una incidencia negativa en el sector e industria turística de éste país. La huelga en sí es un derecho pero la sociedad puede considerarla un chantaje cuando  interfiere en su vida cotidiana. ¿Quien origina el conflicto de intereses? ¿gobierno, empresarios o trabajadores? ¿Se lícito denunciar a  la huelga de Aena como un  chantaje?.

El derecho a la huelga y la puesta en práctica de tal derecho, surge como consecuencia de unas reinvidaciones sociales de los trabajadores que son enviadas a las cúpulas de poder de las empresas y que no son ni escuchadas, ni atendidas. Los trabajadores usan el derecho a la huelga como último recurso, ante unas negociaciones en las que

El derecho a la huelga y el derecho de los ciudadanos a veces se cruzan en un punto en el cual se genera un conflicto social. Como sucede con la posible huelga de los trabajadores de AENA, o sucedió no hace mucho con la huelga de los trabajadores del metro de madrid, o con la anunciada huelga de los conductores del AVE. El cruce entre derechos, los defendidos por los trabajadores y los demandados por los ciudadanos, se hace más evidente en los casos en que la huelga supone privar a los ciudadanos del uso de unos servicios que consideran indispensables, merecidos y legales, todos tenemos derecho y necesidad de usar, en éste caso, los medios de transporte.

El problema del conflicto de intereses, lesivos para la mayoría de los ciudadanos,  lo utilizan a su favor los partidarios de recortar los derechos de los trabajadores sirviendose para ello de los medios de comunicación, a los que tienen más que comprados. Así la prensa, radio y televisión, en lugar de buscar e informar a la sociedad, de los motivos que realmente dan lugar a las huelgas, tales como cohechos, recortes sociales injustos, mala administración de bienes públicos, politicas económicas erróneas, actuaciones antisociales del gobierno, toman el partidismo que sus amos les exigen y ensalzan terminos, expresiones y afirmaciones en aras de posicionar a los ciudadanos en contra de los derechos que legalmente reclaman unos trabajadores. Así los oscuros intereses que originan las huelgas quedan relegados a segundo término y surge la propaganda partidista con máximas tales como "ciudadanos rehenes de los sindicatos", "la huelga un chantaje de los sindicatos", "lo que cuesta una huelga", "el turismo se hunde por la huelga". El resultado de toda ésta campaña es volver a la opinión pública, a los ciudadanos, en contra de los trabajadores en huelga y por tanto en contra de la legitimadad de los derechos que reclaman.

La huelga en sí no es un chantaje, ni somos rehenes de los huelguistas, el chantaje lo usa "la patronal", las empresas al presentar a los trabajadores ante la sociedad como los ultimos culpables de las huelgas.