Ciudadano Urdangarín:
Voy a presentarte tu conducta y lo ganado con la misma. La cuenta material la está haciendo el juez y Hacienda; yo la formularé de tus ganancias morales. En este aspecto son nulas desde el principio que empezaron a aflorar tus hazañas económicas e incluso lo fue la presunción de inocencia. Sabido es que la regula el artículo 24,2 de la Constitución y que el DAE la define, en lo que afecta al Derecho, como “la que se aplica a toda persona, aun acusada en un proceso penal, mientras no se produzca sentencia firme condenatoria”. Sería increíble límite de ingenuidad concederte posible inocencia cuando no es que decían de ti cuanto se exponía, sino que aparecían pruebas día por día. Y, como sabes, no cesan.
Hay un refrán castellano que dice: No la hagas y no la temas, es decir, sólo el que es reo en su conciencia de maldad o villanía debe temer, fundadamente, la justicia. Que no te consideres reo por carecer de conciencia, parece ser; lo que está claro es que la hiciste sin el menor temor como deja evidente el hecho de que no tomaste ninguna medida precautoria de tus fechorías, y así has facilitado la investigación policial cuando ésta surgió. Alguien dijo otrora que la ley no castiga a los ladrones sino cuando roban mal. Y el escritor y diplomático italiano Carlo Dossi manifiesta: ¿Por qué, oh insensatos, hacer granujadas fuera de la ley? ¡Hay tanto sitio para hacerlas dentro! Todos sabemos que hay logreros, prestamistas usureros, proveedores sin conciencia, jugadores de ventaja, y otras picarescas que no caen bajo la ley, que ésta siempre tiene que ir descubriendo su picardía. Sabes muy bien, Iñaki, que has caído de plano por no haberte preocupado lo más mínimo de dejar pruebas por doquier, tu imprudencia ha sido enorme, porque tenías absoluta confianza en que eras intocable ante la ley por ser yerno del rey.
Si tienes alguna idea del texto de la Constitución sabes que, a excepción de tu suegro, los españoles –te transcribo este artículo 14 de “Igualdad ante la ley”- son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Lo ignorases o no, procediste haciendo lo que te dió la real gana, porque para eso –pensaste- eres quien eres. Craso error, suele trae disgusto hacer lo que nos da la real gana, querer o hacer algo con razón o sin ella, obrar meramente ad libitum, a nuestra voluntad, sin analizar previamente si es actuación razonable y honesta. No te importó en absoluto el dar unos pasos sumamente arriesgados. Tu suegro es tabú judicialmente, y pensaste ego quoque, yo también, toda la Familia Real. Pues no; ya has visto que no puedes cometer actos punitivos. Ha ocurrido que no consideraste fueras descubierto, y sí, que de serlo, no saldrías a la palestra “por ser vos quien sois”. Se ha descubierto, como es notorio, de modo adyacente: en el caso Jaume Matas, su presidencia en las Baleares, de auténtica corrupción.
A esta altura que copado estás por el titular del Juzgado de Instrucción, nº 3, de Palma no se explica la ciudadanía que todavía formes parte de la Familia Real; tu suegro quiso eliminarte de ella tan pronto salió a la luz el Caso Babel. Lo anunció un día para al siguiente indicar que no era posible por cuanto existe el decreto del 27 de enero de 1981 sobre el Registro Civil de la Familia Real. Es indubitable que ha de modificarse mediante otro, dada la necesidad existente de tu exclusión de la familia de tu mujer ante la funesta realidad que ha supuesto, que está suponiendo, el haberse producido el escándalo. Dice Enrique Heine que todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad, pero tú has dado la nota a más no poder. Por ello la sociedad, en toda su escala, ha dictado tu sentencia, para la misma ya estás condenado, empezando por la Casa Real que ha emitido que tu conducta no es ejemplar. Benevolente contigo ha sido, mas ha dicho lo suficiente. La trayectoria moral de Jaume Matas y tantos otros, como la de tu ex socio Diego Torres, es por demás reprobable; ahora bien, la tuya no tiene nombre, al estar casado con la infanta Cristina, por tu circunstancia, como digo, de ser de la Familia Real. El Rey debió controlarte, o controlaros al matrimonio, en todo momento, y cuando al fin tomó la determinación de enviaros a EE.UU. se dice que, como rey, fue muy otra la que debió adoptar. Tampoco pensaría lo que iba a sobrevenir. Cuando a Pilar Urbano, que no es precisamente antimonárquica, se le ha preguntado cómo afecta a la corona el caso Urdangarín, ha contestado que es una mancha para la Familia Real. Otra cosa puede ser la sentencia que decida el juez, pero la actuación Urdangarín puede considerarse delictiva y eso afecta muchísimo a todos sus miembros.
Realmente, en sentido de realeza y de realidad, no se trata, como no falta quien pide, de que tu suegro te imponga una sanción –ello se halla fuera de momento-, sino de que no figures –nunca se repetirá lo bastante- en la familia. Ni con mayúscula ni con minúscula. El que sea con minúscula de vuestro matrimonio depende, y al llegar a este punto tengo que decirte que es ininteligible que tu esposa por el daño que has hecho a su padre y a su hermano –el primero como rey, y el segundo como aspirante a sucesor- no te haya dado pasaporte, opte por continuar a tu lado –en todos los órdenes-, implicando esto ya el apenas poderlo efectuar con su familia. También te antepone a la monarquía, siendo impepinable que a la misma le debéis todo desde tu suegro a ti. Si no te casas con la infanta Cristina no hubieras podido realizar lo realizado, siendo –reitero- totalmente condenable que hayas empleado tan mal el braguetazo que diste. Las infantas se casaron inadecuadamente y el resultado a la vista está. En cuanto a vosotros queda mucho por ver. Lee a Juan Balansó: la opinión que de vuestro enlace matrimonial tiene, así como algún otro historiador, es muy negativa. ¿Qué diría hoy si viviera?
En la situación que has puesto a tu mujer y a su familia, que es decir a la monarquía, debes pensar que dentro de lo que es natural, lógico y de justicia ha de venir un futuro negativo y que éste lo será para ti especialmente. Debiste creerte que eres yerno de un rey absolutista, ignoraste, o afectaste ignorar, que vivimos en una monarquía constitucional, que el rey reina pero no gobierna, que, en definitiva, ya la monarquía sólo puede existir en un país –pues como escribe el citado Balansó- si las familias que aún poseen el privilegio de reinar son –o aparentan ser- modélicas para justificar su existencia. Si desde el principio no te ató corto tu suegro, es lástima también que nunca lo hicieran los sucesivos Gobiernos –ni el PP ni el PSOE-, respecto a lo cual en un artículo reciente –y esto ya lo he expuesto en otra parte- se pregunta su autor: ¿Cómo es posible que los Gobiernos no fueran conscientes de lo que estaba ocurriendo? Si no tuvieron noticia de las andanzas de Urdangarín, malo, porque era su obligación estar al corriente de los hechos […], el verificar el correcto funcionamiento de la Monarquía. Calló el Gobierno y a la Prensa se le hacía callar, a pesar de que también le corresponde papel de control.
Esto último lo tengo comentado y a ti no es necesaria la menor aclaración al respecto, todos erais refractarios a la información salvo en actos oficiales y en lo que implicara lucimiento. Así te sentó tan mal y te enfrentaste cuando salió a relucir lo que te era imputado por la Fiscalía Anticorrupción y el juez; muy enojado echaste la culpa a los informadores. No, Iñaki, no, el culpable has sido tú con tu indebida conducta, la prensa cumplió con su cometido de informar. La citada Pilar Urbano, que escribe sobre la familia de tu cónyuge, ha manifestado en una entrevista: Es un derecho constitucional. Los pueblos necesitamos conocer la historia, no sólo para no repetirla, sino simplemente para conocerla, porque tenemos derecho a conocer, a saber, y porque la desinformación es la peor de las dictaduras. Tu reacción contra la prensa fue despropósito, incongruencia, disparate, lo que se llama salida de pie de banco.
Son conscientes el juez y el fiscal, y se es en España y en el extranjero, de que en tu declaración mentiste como un bellaco. Ya tu llegada al Juzgado fue peripatética, dirigiste a los periodistas, en sus aledaños concentrados, unas palabras de saludo –llevabas medio aprendida la lección-, exponiendo que acudías para “aclarar la verdad de los hechos” y en defensa de tu honor. Sí, ¡nada menos! ¿Recuerdas cómo “aclaraste” la verdad? No se ha cumplido un mes, pero acaso no lo recuerdes dada tu mala memoria. Contestaste al juez sin salir de “no lo sé”, “no lo recuerdo”, y procurando echar la culpa de cuanto podías a Diego Torres. Te vino bien que éste se negara a declarar en su día. Pero será a partir del 22 de mayo cuando se verá con bastante claridad cómo te va a ir en la causa penal, si, como parece, Diego Torres no está dispuesto a cargar con el muerto, por muy yerno del rey que seas, pues ya sabes que ha solicitado al juez que quiere declarar. También tendrás conocimiento de que el juez ha dictado un auto, tras oír testigos, poniendo de relieve que siempre estuviste detrás del entramado societario. Muy mal se te presentó el invierno pero esta primavera te va a ser peor y no digamos este verano en el que quizás tengas que volver a Palma aun cuando esta vez no será para vacacionar en Marivent y en este palacio del Estado hacer negocios, sino para acudir nuevamente al Juzgado.
En cuanto a tu despido de Telefónica, donde te colocó tu suegro y están deseando que él les solicite te den de baja –pero no lo hace- ¿qué pasa? En Diario de Mallorca leo este titular: “La Zarzuela espera que Telefónica le resuelva el “caso Urdangarín”. Bueno, a falta de no encontrarse con valor y con fuerza moral tu suegro, Telefónica lo que tiene que hacer es despedirte en base a su código de conducta de no tener un ejecutivo manchado. Y estoy de acuerdo con el articulista al escribir: A partir de ahí, “a ver cómo reacciona su familia”, a traducir por “la infanta Cristina deberá elegir entre su esposo en horas bajas o su familia Real de toda la vida. Ya veremos, Urdangarín, cuando, yendo al paro, dejes de cobrar más de un millón de euros anuales. Y que, como sabe tu esposa, ya no volverías a tener “jornal de yerno de rey”, como ella le tiene de hija. A tu ex Familia Real deberás siempre haber acabado ciencias empresariales, hacia los treinta años de edad tras casarte, tu “brillantez” en ESADE y el haber vivido como seudo infante y seudo noble no arruinado.
Pero no el título nobiliario de duque, porque tú como tu ex cuñado, Jaime Marichalar, nunca fuisteis duques. Te lo llaman, ya por ignorancia, ya por amabilidad. Es de suponer que el rey hizo duquesas a sus hijas, que ya eran infantas, título superior, para ensalzar socialmente a sus respectivos maridos, pero no fue debidamente informado de ambos ducados: Según el decreto del ministerio de justicia sobre “Régimen de títulos, tratamientos y honores de la Familia Real y de los Regentes”, que el 6 de noviembre de 1987 firmó tu suegro, tales títulos tienen carácter graciable, personal y vitalicio. Tu cuñada Elena es titulada duquesa de Lugo en 1995; tu mujer como duquesa de Palma, en 1997. Tu suegro, en fin, no se acordaba de lo que había firmado. Por otra parte, el Código Civil vigente no reconoce derecho nobiliario al consorte, hombre o mujer, en los títulos de nobleza convencionales acogidos a la legislación nobiliaria común. Puedes informarte, sin ir más lejos, en Internet.
Ya ves que no he empleado contra ti injuria alguna, ni siquiera un epíteto, que te he tratado con humanidad, aunque al decirte las cuatro verdades, por delicadeza con que lo he efectuado, te haya amargado. Piensa, considera, que si, cuando llegue, la sentencia del juez es tan dura como la que la sociedad ha dictado ya, ni aquél ni ésta han actuado mal, sino tú. Y, obviamente, tanto peor si no devuelves el dinero, a lo que es de esperar tienda el juez en cuanto esté a su alcance. Sería reírte de la sociedad y, probablemente, exclamarías la paremia que reza: La vergüenza pasa y el dinero se queda en casa. En cualquier momento, visto el sesgo que había tomado tu situación, tus… “negocios” descubiertos, pudiste tratar de componer tu honor, no el día que fuiste a declarar al Juzgado de Palma. En ningún momento has querido dejar en mejor lugar la monarquía.
Arrepiéntete, ya sé que el arrepentimiento no cabe en ti, pero te despido así.
Por: MANUEL LOPEZ PERALTA
13 comentarios:
A mi me faltan fichas. ¿Cómo es posible que el grupo Prisa esté defendiendo a capa espada a la monarquia?
Una carta demasiado dulce sr. Manuel. No ha tenido ningún respeto a lo que representa su mujer ni su familia. Y si su mujer conoce lo que ha hecho (que seguramente es así), realmente es que no sé a quien representa de los españoles ni porqué merece ser infanta de España.
Es una vergüenza y a esta pareja tendría que tener cien mil veces más vergüenza que a cualquier otra persona porque ya cobran del Estado y forman parte de la familia real.
Que expulsen a la pareja de la monarquía YA.
¡Ah! El sr. Urdangarin no ha tenido ningún respeto...
en referencia al comentario anterior.
Ah¡ Anonimo: ¿y quién tiene respeto ante el dinero en estos tiempos?. Tienen fortunas, ganan fortunas y en lugar de agradecer su suerte, su buena estrella, quieren más y más. Pero es que ademos de avariciosos son verdaderos tontos, pelean por un papel que no vale nada. Porque realmente ¿que es el dinero?. En inicio si tenias un billete sabrias que tenia una equivalencia en oro, pero ahora ¿que equivalencia puede tener?.
La verdad, leo y releo la carta a Urdagarín y creo que en éste momento no hay publicado mejor documento testimonial en los blogs dedicados al tema "corrupción en la familia real".
Tu carta esta muy bien pero encontré que eras suave con los duques.
Lo que pasa es que no le puse a una frase "no tiene ningún respeto" el sujeto "Urdangarín" y puede que no se entienda.
Pero creo que realmente se merecen una crítica más fuerte los duques. La infanta si tan enamorada está de su marido tendría que renunciar a ser infanta. Porque para ser infanta y representar a España no puedes tener de marido a un chorizo. Si no se quiere separar que está en su derecho, como mínimo que renuncie a ser de la familia real.
Saludos, y muchas gracias por la carta, es muy interesante.
Anonimo: tu carta esta muy bien.....
No me quiero otorgar el honor de haber escrito ésta carta. El autor es un buen y gran colaborador de éste blog que nos premia de vez en cuando con sus magnificas composiciones.
En lo que dices sobre el nivel de crítica, no por mucho chillar se endurece la crítica. Creo que está escrita con un gran y buen gusto. Es una bofetada sin manos, que son las que más duelen, sobre todo a los sinvergüenzas redomados.
Yo soy un triste jubilado con 850 euros de pensión. Mi mujer conoce hasta el último céntimo que se mueve en mi casa, principalmente porque es ella la administradora.
No me creeré JAMÁS que la Sra. Borbón de Urdangarín no tuviera conocimiento del dinero que entraba en su casa y no se preguntara el origen ni tuviera la más mínima duda de su marido.
Conocemos casos como los del ex-alcalde de Marbella cuando llevaba a su casa los billetes de 500 en sacos de basura y su mujer estaba perfectamente al tanto de lo que ocurría Y FUE IMPUTADA también en el caso... claro que ella no era "infanta real"; pero si la Sra. Borbón de Urdangarín no hubiera sido más que la hija del Presidente de la República Española, a estas horas ya habría tenido que pasar por los juzgados y, probablemente, su padre hubiera presentado la dimisión por no haber estado a la altura de las circunstancias impidiendo que alguien de la familia se beneficiase de una posición de privilegio.
Vamos a ver ¿cuando nos vamos a enterar que el crimen organizado esta dentro del propio Estado y no se libra ni la monarquía?. Lee el artículo de este blog dedicado al tema que escribi hace unos dias.
Me quedo con las ganas de saber que saca el grupo Prisa con apoyar a la monarquía. Tan cortesanos ellos..ahora en tiempos de poca bonanza...antes mas bien eran lo contrario. ¿no?
¿Esto aclara tus dudas?
"El Rey despacha todos los lunes con Mariano Rajoy y ha recibido ya a todos sus ministros. La relación con el gallego es fluida, mucho mejor que con Aznar aunque lejos de la que mantuvo con Felipe González e incluso con Zapatero. De 11 a 13 de la mañana y de 6 a 7 de la tarde recibe a personas de toda condición, aunque allí no abundan taxistas ni torneros. En las últimas semanas han desfilado por su despacho Francisco González, presidente del BBVA, y Emilio Botín, del Santander. Tres días después de recibir en audiencia a Juan Luis Cebrián, el periodista largó su memorable editorial a favor de la Monarquía en El País."
QUE IÑAKI SE SEPARE DE CRISTINA,QUE NO LE MERECE Y VAYA PRESO.
LO QUE QUIERO ES QUE DEBUELVAS EL DINERO Y TODO OLVIDADO
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