Texto de la Ley de memoria histórica: ministerio de justicia.
Empiezo por leer el texto de la Ley de memoria histórica y ya en el primer artículo me doy cuenta que es partidista y no equilibrada, pues el objeto de la ley va dirigido a individuos con unas determinadas circunstancias, motivadas y ahí la parcialidad de la ley como consecuencia de la Guerra Civil y la Dictadura
y con toda la desfachatez que caracteriza a la justicia de éste país, mete con calzador una frase histórica: se pretende el fomento de valores y principios democráticos. Parq que seguir comentando el Texto de una ley partidista, xonófoba y que distingue entre crimenes de la Dictadura y accidentes de la izquierda republicana.
La ley de memoria histórica es un juicio de unos resentidos, a Franco, al franquismo, pero no creo que deba ser este juicio el punto final de la memoria histórica, sino un punto y aparte, para entrar a enjuiciar otros hechos históricos constitutivos también de crímenes de lesa humanidad. ¿Quién fué el responsable, complice o coautor de las matanzas de Paracuellos?.
Objeto de polémica, la ley de la memoria histórica ha sido calificada por unos como necesaria, por otros como vergonzosa. De los multiples titulares con la que podemos resumirla uno de ellos muy común es: memoria histórica: juicio al franquismo.
He leido la entrevista publicada en rebelion.org a una de las miles de personas represaliadas por el franquismo, la cantante Elisa Serna especialista en pasillos y despachos de la antigua DGS y en una linea de dicha entrevista resume lo que los defensores de la ley de memoria historica defendemos, exigir que los crímenes franquistas no queden impunes, son crímenes de lesa humanidad y por tanto no prescriben, y exigir VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN a las víctimas del genocidio franquista.
No se debe dilatar más la celebración del juicio al franquismo.Hay que juzgar la criminalidad franquista, para erradicarla de nuestras vidas.
En la imparcialidad de quien no vivió esa vergonzosa época de la guerra civil, pienso que son heridas de la historia que hay que cerrar. Si la ley de la memoria histórica contribuye a cerrarlas, pues sea bienvenida y si contribuye a abrirlas, sea considerada maldita.
Ahora bién por encima de mi imparcialidad sobre este hecho histórico-legal y bajo el respeto a los muertos y a las familias de los muertos, considero que hay que ser prácticos y aplicar un orden a la hora de exigir cuentas a la historia y a los actores implicados. Y digo ésto porque ante hechos criminales de la historia, antes de juzgar la figura de un dictador muerto, creo que es mucho más práctico, razonable y menos objeto de polémica, juzgar crimenes de lesa humanidad supuestamente ejecutados, consentidos o coparticipados, por personajes históricos que aún viven entre nosotros.
En aras de ser prácticos considero más ejemplarizante actuar contra los vivos en primera instancias y después cerrar el expediente juzgando los actos realizados por los muertos,todo ello, sin renunciar a la finalidad principal de la Ley de la Memoria Histórica, cual es juzgar y condenar por genocidio a los responsables, en caso de considerarse demostrada su participación activa, pasiva, directa o indirecta en tales crímenes. Basandonos siempre en la premisa de que la justicia es equitativa, pues tan genocidio es "ajusticiar a un rojo" como "ajusticiar a un azul". La justicia no debe distinguir entre colores, idologia, religión, solo juzgar los actos delictivos, máxime en casos de genocidio.
A estas alturas, el lector debe estar pensando ¿porque no se juzga los asesinatos de Paracuellos?. Al menos en este otro hecho vergonzoso constitutivo de crimenes de lesa humanidad, para la memoria histórica de la España en guerra entre hermanos, hay una persona que aún está viva y sobre la que planea la sombra de aquellos asesinatos. Me refiero a Santiago Carrillo.
La matanza de Paracuellos tambien es memoria histórica.
Se conoce como matanzas de Paracuellos los actos de asesinato masivo que acontecieron durante la batalla de Madrid y que fueron ejecutados por los republicanos, contra los no republicanos. Las matanzas se realizaban en el traslado de presos de diversas cárceles. Los vehículos fueron desviados a un paraje situado en Paracuallos del Jarama y los presos bajados de los camiones fueron objeto de fusilamientos masivos, por el simple hecho de no pertenecer al bando republicano y la necesidad ideológica de limpiar la retaguardia de traidores. Esto ocurria en tre el 7 de noviembre y principios de diciembre de 1936. Aún hoy no se sabe cuantos fueron los asesinados, se estima entre 2.000 a 5.000 los ajusticiados por el bando republicano. Aunque entonces parece ser que Santiago Carrillo no los consideraba crímenes, sino limpieza de traidores, según sus palabras.
Poco se sabe de ésta matanza, así como del responsable de ella, debido a que el expediente de Paracuellos nunca se encontró. El titular sobre ésta introducción podría muy bien ser:
La matanza de Paracuellos. La historia que no se juzga.
El genocidio de Paracuellos ha sido objeto de estudio por el historiador Paul Preston, y parece ser que entre sus deducciones considera que Santiago Carrillo tuvo cierto protagonismo en el tema, al menos según el historiador estuvo al corriente de la ejecución de Paracuellos. Para Paul Preston hay pruebas de peso contra Carrillo en su implicación en los crimenes (genocidio) de Paracuellos.
De la reconstrucción de aquel macabro y vergonzoso acto republicano, que realiza el historiador Paul Preston (revista num 5 Ebre 38 -Llibres de Matrícula) no se deduce que Santiago Carrillo fuera el inductor directo de los crímenes, aunque si pudiera ser el inductor espiritual del genocidio.
La palabras en boca de Santigo Carrillo en 1937 y de las que al parecer no existen dudas creo que pudieran ser suficientes, como para incluir a Santiago Carrillo como presunto inductor al genocidio de mas de 2.000 españoles. Carrillo declaró en 1937: depurar a los traidores no es un crimen, sino un deber. Estas palabras fueron pronunciadas en un Comité del PCE en Valencia y eran dirigidas a dejar una retaguardia limpia de traidores ¿se refería a la matanza de Paracuellos?. No lo sé, en cualquier caso un juez debería investigar el papel de Santiago Carrillo en estos crímenes, recordemos el genocidio no prescribe.
Por todo ello insisto, la memoria histórica deberia empezar a depurar responsabilidades entre los criminales vivos y seguir con los criminales ya muertos. ¿No creen?. Pues ¿porque no se juzga a Santiago Carrillo, como presunto responsable, inductor, coauctor o encubridor de los crimenes de Paracuellos? Al menos aún está vivo y se le puede exigir responsabilidades.Después juzguemos a los muertos.
Paul Preston historiador de la guerra civil española en el estudio que hemos comentado anteriormente, editado en marzo 2011 considera que Santiago Carrillo tiene responsabilidad en los asesinatos de Paracuello ¿porque no se juzga ahora que está vivo?.
1 comentarios:
Estupenda síntesis histórica, buenísima y constructiva crítica hacia este controvertido personaje. Y continuando con tu gran nivel argumentativo hay que enfocar el tema desde el Santiago Carrillo actual, este grotesco personaje que asiste como una reverenciada figura pública a banquetes con las autoridades represivas del establishment: la Casa Borbón y los colaboradores socialfascistas al servicio de las élites. Basta de tolerar la pantomima democrática bipartidista y todas sus redes de poder, ya sea en la Audiencia Nacional o en las fundaciones oligárquicas estilo FAES.
Te felicito, sigue escribiendo que el blog es buenísmo. Un abrazo.
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