LO QUE FALTABA OÍR, ¡SORPRESA!

Que ahora que hay tantos problemas, el paro, la vivienda, etcétera, lo que menos importa es si Monarquía o República. Pilar Raola le contestó que “todo importa”. Pues si, ¿cómo no ha de importar cuando la Institución no ya solamente está en entredicho sino en verdadero descrédito? El mismo dijo que lo de Urdangarín es una mancha que quedará para siempre a la Corona. Sostuvo que el rey ha cometido errores, pero también ha tenido aciertos, como todo el mundo.

Pasó a afirmar, por último, que es una bellísima persona. (sic) Ello ha tenido lugar u ocasión en el reciente programa “La noria”. El presentador, modelador, acompañado por la citada Sra. Raola e Isabel Durán estuvo desde el primer momento, y de aquí la súper elogiosa presentación que hizo del referente –José María Anson- dispuesto a recibirle reverencialmente. Por tanto, no fue combatido, no tuvo más contradicción que la indicada. La Sra. Durán permaneció sonriente y acogedora, todo fue, como digo, veneración por su rango en los medios de comunicación. Jordi lo hizo breve, pasando en seguida a dialogar sobre el Día del orgullo gay; bueno, en realidad, tampoco hubo diálogo, dio su parecer, en conformidad con tal colectivo, parando mientes en lo que atañe al léxico: sabido es que recientemente la RAE acaba de admitir el término matrimonio para los celebrados entre gays y lesbianas. Concluyó su fugaz paso por el programa.

La coraza de lo laudatorio.

Contó con que en atención a él como viejo colega de los medios informativos, tenía garantizado poder emitir que el rey es una bellísima persona, sin hallar, como digo, contundente negativa a su exagerada adulación. De haber tenido que afrontar polémica, hubiera sido, es de suponer en él, prudente, no se hubiera lanza a lo que es decir por decir, hablar sin fundamento. Él, desde luego, no puede haberlo manifestado a tontas y a locas, desbaratar, disparatar. ¡Pero qué apasionamiento! La pasión quita conocimiento o no nos importa afectarlo. Maléfico pode el del fanatismo. Ha podido el Sr. Anson ser ecuánime, la imparcialidad de juicio es muy necesaria desde un político al último ciudadano, él no es político profesional pero si está en los medio de comunicación y lo ha estado en gran escala.

Es la vedad lo que ha de prevalecer.

La reina jamás ha dicho que su cónyuge sea bueno, pero ya lo dice Anson; lo que si, inexplicablemente, ha emitido, y a pesar de cuán indignados estamos los españoles con él, es que Urdangarín es bueno, muy bueno, buenísimo. Ella si que es buena, muy  buena, buenísima, suegra, contra la leyenda negra que éstas tienen. Reveló lo mucho que le ilusiona ser reina, y sin embargo no ha vacilado en ponerse de parte de este presunto chorizo que tiene de yerno. En cierto modo es más mirada con su hijo político que con el biológico, por mucha adoración que se diga siente por éste. No sé cómo es Urdangarín como yerno; para mí, y me refiero también ahora a los políticos en general y a los empresarios, y a quienes sin ser lo uno ni lo otro, hacen negocios turbios e indignos, o sea, incurren en cacos, y/o es un casado mujeriego, un donjuán, dista años luz de una persona buena, cuanto menos para aplicarle el superlativo. Hay que empezar por ser honesto, ser un ciudadano probo, no hacer daño a otro y por supuesto al Estado, porque “Hacienda somos todos”. De esto nada quiso saber el de balonmano casado al formar parte en la Familia Real.

Contribución de los corruptos en la crisis.

Que haya calado en esta familia resulta, evidentemente, un escándalo inconmensurable, tanto más si, como se habla, todos, incluido el ex yerno Jaime Marichalar, ayudaron a Urdangarín en sus “””negocios”””. La crisis nos ahoga, es paro, y éste significa hambre y verse sin techo, lo que a más de uno ha llevado al suicidio. Por ahora, lejos de verse el fin, lo que se ve es el incremento de esta situación dramática. Todo el mundo tiene que limitar gastos –el que aún puede cubrirlos- debido a los recortes que nos empobrecen. Ya no es que resulte difícil llegar a fin de mes, es que lo va a ser llegar a mediados. Y los recortes, ¡tremenda injusticia!, para pagar lo que otros robaron –diciéndolo a las claras y sin tecnicismos-, que también lo es gozar de privilegiadas pagas y el despilfarro. Y en las familias no tan duramente afectadas por la crisis, dándose el hecho de tener que prescindir de algunas necesidades, máxime de pequeños placeres y comodidades.

¿De qué se priva la Casa Real?

Poco recorte y continuar con la NO transparencia. Julio Anguita entre los cinco recortes que apunta para que España sin tocar a los más débiles salga de la crisis es uno de ellos prescindir del asumible gasto de la monarquía, pues no es gasto asumible. ¡Y tenemos éste, y tenemos otros, y para remate la corrupción! Circunscribiéndome a dicha institución, concluyo co estas líneas de Anguita:

… seamos serios: lo de que la monarquía cuesta ocho milloncejos y que el rey cobra sólo el doble que usted [se refiere al Presidente] es un cuento muy bonito, pero ambos sabemos que no es así. A todo esto hay que sumar el mantenimiento de palacios, coches (¡300!), y antes, el coste de los viajes, las galas, las audiencias, las bodas reales, personal de seguridad. Un jaleo, lo sé, presidente, pero tengo una buena noticia: hay gente que se ha tomado la molestia de sumar todas las partidas y aseguran que la cantidad anual que nos cuesta tener Rey asciende a 560 millones de euros.

Torpeza o cobardía.

¿A qué se debe que el Gobierno –ni antes el PSOE ni ahora, en sus seis meses de gobernar, el PP- efectúe los imprescindibles recortes que se requieren para que el país salga de una vez por todas de la crisis, se nivele económicamente para siempre- y esté ahogando al pueblo improcedentemente, el cual se está quedando sin pan y sin techo. No se arregla la crisis subiendo al pobre el precio del pan. Espero que no repitan la frase histórica: Si no tienen pan, que coman bollos.

MANUEL LÓPEZ PERALTA