la democracia planificada

Las grandes dictaduras, los grandes líderes, la implantación de "grandes ideas" emergentes de " locos alucinados" y los grandes salvadores de una democracia absolutista,  que han escrito su nombre en nuestra historia, han necesitado de un colectivo social mayoritario que los respalde en su salto inicial de líderes o salvadores de la comunidad. Ese colectivo debe estar formado no por los mejores eruditos, los de mayor grado moral. Es prioritario que el colectivo se forme de elementos no brillantes, de poca altura moral, sin  valores, con una base conocimientos y creencias semejantes, no dispares, hay que hacer crecer y unificar la masa gris, poco brillante de la sociedad. Ya tenemos el ingrediente más importante para una democracia dictatorial. 


Los gastos en educación, formación deben ser devaluados y procurarles un entretenimiento alejado de todo aquello que pueda formarlos como personas independientes, aportarles nuevos  conocimientos. Hay que propiciarles conocimientos  vanos, que engrandezca aún mas su ignorancia y los separe de los caminos del saber.Hoy en día en la sociedad de la información, los medios de comunicación, es la mejor arma con la que cuentan esos líderes demócratas,  para guiar a los individuos hacia direcciones poco ennoblecedoras y para  volatizar los pocos valores que pudieran alumbrar sus sentimientos más nobles.Quien controla la información tiene el poder.

La educación bien encaminada, la inteligencia, el ansia de saber en los individuos, crean diferencias de opiniones, ansias por conocer el más allá de las verdades, el porqué de las doctrinas de hecho y las asociaciones de elementos de ideas y opiniones homogéneas, propiciando la división, por agrupaciones y propiciando la defensa de ideales propios y diferenciados. En el orden material hay que preveer igualmente que la independencia económica puede dar lugar a independiencia de opiniones políticas, por lo que tambien hay que mantener su poder adquisitivo embargado, bien por el poder bancario, bien por las restricciones salariales.

Reconducir y recuperar a los indecisos, sin convicciones, a los de siempre "no saben no contestan", pero que no constituyen un peligro, gracias a su espíritu dócil y tranquilo. Se dejan llevar por la corriente, no dados a esfuerzos mentales ni de ningun otro tipo, lo que no nadan contracorriente. Son fáciles de convencer de los valores del sistema preconcebido.

Hay que identificar los que tengan ideas vagas, indecisos, con ciertas convicciones, dados a la lucha, pasionarios, que gustan de ir contracorriente, tocarles sus instintos más profundos ofrecerles poder, seguridad y así mediante promesas atraerlos al sistema.

Una vez estén formados e identificados los grupos, solo hay que saber llevarlos hacia la causa. Para ello hay que buscar un enemigo común, despertarles sus instintos de odio, envidia, el instinto de lucha contra lo diferente, contra los que más tienen, contra los intelectuales que buscan  contradicciones, contra lo desconocido.

En cambio si lo que se busca es una democracia como tal, íntegra, nada absolutista, una democracia no dictatorial, el camino pasa por la educación de todos y cada uno de sus individuos, por fomentar el espíritu crítico, por fomentar los valores sociales, el conocimiento, la formación de grupos con diferentes criterios, a la vez que la educación social, el civismo, la tolerancia.

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