LOS COJONES DE LEIRE PAJIN Y NURIA ESPI

Parece ser que el único mérito de Nuria Espi, para ser nombrada "Delegada del Plan Nacional sobre drogas" es ser amiga de los cojones de Leire Pajin, la ministra sociologa. Ya me gustaria tener amigos
 influyentes con cojones.

No es el primer caso en que una ministra o  ministro nombra a dedo a una amiga como el caso de Nuria Espi y Leire Pajin, pero ahora se han roto moldes. Ha sido la primera vez que se emplea el descaro, la desverguenza, la soberbia y el engreimiento. Ante un paro endémico con mas de cuatro millones de desempleados, hay que ser un sinverguenza, antisocial, inmoral, delincuente social, para hacer lo que ha hecho la ministra, de colocar a una amiga, por el simple hecho de ser su amiga, como parece ser que ha ocurrido. El comportamiento de la Pajín ante mas de cuatro millones de parados no tiene otro nombre que el de delincuencia social.

El nombramiento de Nuria Espi, seguramente no ha tenido en cuenta el  merito devengado por su particular profesión u oficio, pues su curriculum vitae solo incluirá el oficio de auxiliar administrativo y algunos puestos politicos. Yo compro pan todos los dias, pero no por ello soy panadero.

Y aunque la ministra no lo conciba, no puede elegir a quien le salga de los cojones.Esto aunque no lo crean es por lo visto las razones expuestas por la sociologa Leire Pajin, amén de los méritos ya descritos, para nombrar a su  amiga Nuria Espí, como Delegada del plan Nacional sobre drogas.

Una gran parte del país se ha llevado las manos a la cabeza, la otra parte, los que aún votan al PSOE o comen de él, seguramente se han expresado diciendo que esto es una prueba màs de nuestra democracia. Los ministros se expresan como la gente de a pié. ¡Que gran democracia la nuestra!. Se gobierna por los cojones de Leire Pajin, los cojones de Zapatero o los malditos cojones de los mercados y si esto es  democracia yo soy obispo.

Lo que ha pasado es lo que tenia que pasar. Además de rasgarnos las vestiduras, los funcionarios públicos recurren ante el Supremo la elección de Nuria Espí, amiga de Pajín, aunque no basandose en una mínima decencia política, pues se presupone que no la hay, sino en temas jurídicos y técnicos.

Personalmente me planteo inmoral el que se nombre ministra de sanidad a una persona sociologa, que no solo no tiene ninguna formación sanitaria, sino que por no tener no tiene la minima experiencia profesional, fuera de lo que es la política y por lo visto tambien le falta clase y decencia. No me extraña pues que en lugar de su experiencia para gobernar, use de los cojones. Y es que hay que tener cojones para dirigir un ministerio del que no tiene ni puñetera idea.

Leire Pajin es portadora de un curriculum vitae que con su edad, inexperiencia y en el mercado laboral actual, no le daria ninguna oportunidad de encontrar trabajo, salvo apoyandose en los enchufes acumulados durante su carrera política, que si ha sido bastante amplia (le viene de familia).

Si esta sociedad, si éste gobierno no tiene ningún reparo en entregar la cartera de ministerios tan importantes y con ello el control de miles de millones de euros a personajes tan  impresentables, profesionalmente hablando, como la Leire Pajin y el Pepiño o José Blanco,  éste ya no tiene ni siquiera formación universitaria, ¿porque la ministra de Sanidad no va a nombrar a su amiga y compañera de luchas políticas a Nuria Espi, para ocupar un alto cargo nacional contra la droga, porque le salga de sus benditos cojones?.

Sales y Ferre (padre de la sociologia) , ya lo decia en su análisis sobre los oficios y profesiones, según los cuales éste gran sociólogo, dice que no respetar los límites entre profesiones y oficios incluyendo a representantes politicos en areas que no se correspondan con su profesion es inmoral, perturbador y anárquico. Y yo añadiría ¡y tiene cojones!

La frase "a cada uno según su mérito" no es exacta, se debe aplicar "a cada uno según las particulares circunstancias de su profesión u oficio según su merito y su trabajo".

La no observancia de ésta vital diferencia entre ambas frases, unida a la desfachatez y sinverguencerio político, lleva a hechos tan graves como los aquí tratados con los nombramientos injustificados de Pajin, José Blanco o Bibiana Aído y el último de Nuria Espí. Hechos estos que crean una muy justificada alarma social.