Desde Hillary Clinton hasta Putin, nadie ha desmentido los documentos de wikileaks. Disculpas por la parte estadounidense, risas de Berlusconi o una indiferencia forzada de líderes políticos. Pero España es diferente. En toda la información que he leido y he leido bastante, nadie pone en duda los documentos de wikileaks, algunos lo alaban otros quieren a Julian Assange en prisión, algunos lo quieren ejecutar y otros como el Presidente de Iran, Mahmud Ahmadineyad, piensan que responden a una especie de maquinación imperialista contra su paí...