El poder de la pirámide no está en la cima

El poder de la pirámide no es tal como nos han enseñado. Ante cualquier pirámide de distribución de poder, siempre pensamos que el poder está en la cima. Hemos sido educados para trazar un organigrama piramidal y comprender que el poder está en el vertice superior, cima y que el poder va delegando lo que quiere en estamentos superiores.

Hemos sido enseñados, a que si el poder desaparece aparece el caos, pues los estamentos, los pisos inferiores deben su existencia a la cima. Tremendo error el nuestro. Cuantas veces nos han dicho, hay que votar ¿que ocurria si no se votara? un vacio de poder ¿no?. No, un vacio de poder no, todo lo contrario recuperariamos el poder que nos han robado.

Nuestra mentalidad no hace distribuir el poder en forma de pirámide y del máximo estamento, la cima, clasificarlo hacia abajo de la pirámide. El resultado es un vertice superior, la cima, con el poder supremo y unos nudos hacia abajo que dependen de los superiores.Cada capa de la pirámide es un status social.

En realidad estamos equivocados, nos han engañado. Debemos despertar, tomar consciencia que los poderes superiores se sostienen, existen mientras los inferiores los sustenten.

Cambiar nuestro punto de vista, desprogramarnos y educar a nuestros hijos a contemplar esa pirámide desde abajo, desde la base. Contemplar una pirámide donde las pisos inferiores son necesarios para que se mantengan los superiores, no hay una cima si no existe una base. En resumen que los poderosos que ostentan el vertice superior de la pirámide basan su poder en el deseo o no de los que ocupan las capas inferiores, siendo pues los poseedores del poder supremo las bases de la pirámide. Si estas bases deciden salir de su rol, deciden abandonar, la pirámide y con ella los poderosos caeran, no podrán sustentarse, el sistema se desmoronaría.

La cima de la pirámide está allí, ostentado el poder de la pirámide, pero al fin y al cabo es un poder ficticio, el verdadero poder, el que lo sustenta, el que lo sostiene se encuentra en el resto de la pirámide y la base ocupa el poder supremo.

Los poderosos son conscientes de ello y tienen pánico de que despertemos. Trabajan duro. Para ello se han preocupado de crear un sistema al que denominan "democracia" y unos medios de comunicación se preocupan de que no lleguemos a pensar, de que no veamos la lúz.

La pirámide y con ella el poder, la estamos sosteniendo todos juntos. El tiempo ha llegado, es hora de que salgamos de la base, de que abandonemos, es hora de que dejemos que el vértice, la estructura, la cima caiga.

Ha llegado la hora de pensar. La cima de la pirámide debe caer.