Los mercados respiran, la democracia amordazada

Los mercados se han tranquilizado, los índices bursátiles han vuelto a sus ratios positivos, el referendum griego se ha quedado en un susto, al pueblo le han puesto un bozal, lo han callado antes que hable; no hay cuenta atras, Papandreu se cuadra ante Merkel, retira el referendum, la justicia social queda aparcada, la democracia pierde, la dictadura triunfa.


La democracia, se ha visto, no es bien acogida por los mercados. Los ratios bursatiles cogen aire y respiran otra vez, el pueblo no habla, no opina, no elige, el pueblo paga, el pueblo se sacrifica, y los verdaderos trápalas del mundo, los poderes financieros, siguen haciendo caja. La democracia no ha funcionado, todo ha sido un error, un momento de pánico.

Ante la decisión del gobierno griego de autorizar un referendum para que el pueblo griego decida sobre las medidas de rescate, los mercados se hundieron, la prima de riesgo de España e Italia se dispararon, Merkel y Sarkozy se irritaron y es que todos tienen miedo a lo que el pueblo diga, porque todos saben que están firmando acuerdos, en contra de lo que el pueblo quiere, es decir están actuando en contra del pueblo griego, por tanto el terror de que el pueblo hable se trasladó a los circulos financieros y políticos europeos.

Algo semejante ocurre en España, donde los políticos siguen legislando y gobernando para los mercados y la banca, aún a sabiendas que el pueblo está en contra de las medidas antisociales. Un país donde gobierno y oposición acuerdan reformar la Constitución por petición de una institución extranjera como es el FMI, sin dar oportunidad a que el pueblo elija, un país donde se firma unos acuerdos con la OTAN en contra del compromiso alcanzado previamente con los españoles, no es un país democrático, es una pura y puta dictadura.

Este sistema que se sirve de las urnas simplemente para seleccionar y legitimizar a unos políticos que gobiernan de espalda al pueblo, en contra de los intereses de sus ciudadanos, y a favor de la banca y de las grandes empresas, es realmente un sistema que defiende la dictadura como forma de gobierno, jamás puede considerarse democrático.

Esta es la democracia que tenemos y defendemos en occidente, cada vez que acudimos a las urnas. Un sistema en la que los poderes financieros deciden en lugar del pueblo y tienen miedo a que sea el pueblo el que se pronuncie. Una democracia en la que los mercados, los poderes financieros, gobiernan y unos políticos corruptos, elegidos bajo engaño, se doblegan a los mercados y se doblegan a otros políticos igual de corruptos pero con mayor poder otorgado por los trápalas financieros.

Esto realmente no es democracia, es una dictadura, donde al pueblo se le usa unicamente para legitimizar a los dictadores. El Estado se convierte en un arma en manos de estos enanos totalitarios, que usan vilmente para oprimir a los ciudadanos en beneficio de los más favorecidos.

Ante esta falsa democracia, nuestros políticos, nos humillan, nos recortan nuestros derechos sociales, nos empobrecen para enriquecimiento de otros, hacen oidos sordos a la política antisocial de la banca, son ciegos antes los despidos masivos de empresas que quieren aumentar beneficios a cualquier coste, son mudos ante instituciones como el FMI, el BCE, ante políticos que nos legislan como Merkel y Sarkozy. Ante estos Políticos, sordos, ciegos y mudos frente a su pueblo, solo cabe una verdadera rebelión, una revolución del pueblo que acabe con el poder político y financiero, que han actuado al margen de las instituciones democráticas.