Un falso debate una falsa democracia

La debate entre Rajoy Rubalcaba iniciará la próxima semana, será un debate falso, se han pactado los temas, las preocupaciones de los españoles quedan excluidas del debate político. No se hablará de la corrupción, ni de los privilegios de los políticos, ni de la impunidad. Lo propio de una falsa democracia que merece nuestro boicot. Es la opinión de F. Rubiales en votoenblanco.com, con la que estoy completamente de acuerdo.


Rubalcaba y Rajoy, tendrán su careo, el lunes próximo en televisión. Durará lo que dura una película, 90 minutos, se tocará asuntos sociales, sonará la palabra democracia y cumplirá su objetivo principal, la permanencia de la partitocracia.Será el único debate entre estos candidatos, pero será un debate falso, los grandes temas de la democracia no tienen cabida.

Según recoge Rubiales en su blog, la negociación fué tan dura que estuvo a punto de romperse, al final la farsa triunfó evitando hablar sobre lo que realmente preocupa a los españoles, la corrupción, los privilegios de los políticos. Eso sí se hablará de desempleo pero en términos subrealistas.

Ni al PP ni al PSOE les interesa hablar de los casos de corrupción, ambos están salpicados. Se tocará la economía, el desempleo con fórmulas mágicas y falsas, pero no podremos conocer los planes para acabar con los privilegios de los políticos, entre otras cosas porque no van a desaparecer. No podremos saber los ahorros en las instituciones políticas, porque no los van a poner en marcha, no podremos saber la política con los bancos porque no va a cambiar.

Los ciudadanos no podrán saber la verdad sobre mas recortes sociales, las privatizaciones.

Preocupa también a los ciudadanos, aunque está censurado, los privilegios, los sueldos de la clase política, el derroche de los diputados, del Senado, de los concejales de los municipios.

El debate entre Rajoy Y Rubalcaba es un debate amañado, entretiene, pero no dá brillo a la democracia, porque entre otras cosas esa democracia en la que dice que viviemos es tambien una democracia trucada, como el cara a cara de ambos contendientes.