Cura cesado por perder dinero

El Banco del Vaticano investigado por lavado de
dinero. Próximo a enfrosar las listas de paraiso fiscal.

El obispado de Vic en Barcelona ha cesado a un cura de una parroquia de alrededores por perder 200.000 euros pertenecientes a la parroquía en Nueva Rumasa. El santo varón no ha sido cesado por participar en la ruleta rusa del capitalismo que está acabando con todo cristiano, hasta con los curas.

Ha tenido que dejar su puesto por tonto, si en lugar de perder hubiera ganado, paz y gloria, ¡alabemos al señor!. Pero ha cometido el peor pecado del cristianismo neoliberal, perder sus caudales,  porque aunque no se lo crean la esencia del cristianismo es neoliberal, su simbolo es el  Banco del Vaticano, donde se aplican las doctrinas mas vergonzosas del sistema económico actual.  

En cambio al Santo Padre nadie lo cesa aún teniendo una banca que como todas las bancas cristianas es usurera, tramposa, idólatra del buey de oro. Benedicto XVI cargado y rodeado de joyas y de fortuna, con las arcas del la Banca Vaticana bien repletas, acogedora de fortunas escondidas cuan vil paraiso fiscal, sigue en su trono y no es cesado, ni llamado al orden, ni por el hombre ni por Dios.

INSTITUTO DE OBRAS RELIGIOSAS: EL BENEFICIO ES SAGRADO
El Instituto de Obras Religiosas nació en 1942 al convertirse en un verdadero banco la que en un principio se llamó Comisión para las Obras Pías. A partir de ahí, nació un gran imperio financiero con inversiones en todos los rincones del mundo.

Sobre él han recaído sospechas de haber financiado operaciones armamentísticas o de haber colaborado con el régimen de Mussolini y con el tercer reich. Los privilegios de los que goza han hecho de él el banco preferido para quien quisiese transferir capitales al extranjero para evadir impuestos. Como señala Gianluigi Nuzzi en Vaticano S.A. el IOR “no se puede registrar; no está permitido interceptar los teléfonos; no se puede interrogar a sus empleados”.

Para saber algo acerca de las operaciones del banco, prosigue Nuzzi, “los jueces del país interesado deben realizar rogatorias al Estado de la Ciudad del Vaticano. El Estado del Vaticano es el único país europeo que no ha firmado ninguna convención de asistencia judicial con otros países del continente”.

Así que,  mientras a un pobre diablo con sotana de un pueblo catalán lo separan por jugar con el dinero, Ratzinger queda pegado lujuruosamente a su poltrona y a su cetro en tanto  su banca, el banco vaticano, el también llamado Instituto de Obras Religiosas (IOR), se encuentra siendo investigado por la justicia, pòr un sucio tema de blanqueo de dinero. Y eso no es todo,  está destinado a entrar en la lista de paraisos fiscales.

¿No cree pues que antes de despedir al cura del pueblo, habria que despedir a su gran jefe por no perder el dinero entre los pobres, y mantener un banco que está siendo investigado por lavado de dinero ?