Una nueva profesión: rastreador de basura

Gente con una nómina, en una situación normal, como usted, como yo, un día se encontraban en la cola del desempleo, fueron despedidos de su trabajo, o su empresa tuvo que cerrar por falta de financiación o por falta de clientes, han dejado de percibir el subsidio de desempleo, el Estado se desentiende de ellos, forman el colectivo de parados sin ingresos. Un día descubren la necesidad y se tiran a la calle a rastrear entre la basura, buscan.....comida. Estó está ocurriendo en nuestras calles.


Si en España todos los desempleados no tuvieran familia ¿que pasaria?. La cultura de convivencia entre primos, hermanos, padres, hace que españa cuente con una gran ONG, la familia española. Pero no todos pueden vivir de limosna familiar, y aquellos que logran ser acogidos por ´sus padres jubilados con pensiones de 600 euros al mes ¿como van a poder vivir?. Muchas familias tienen que vivir con dos euros al día.

No obstante aunque millones de españoles viven de la caridad de sus allegados, hay que ayudar en casa y nada mejor que buscar comida en todos los lugares. El rastreador, acude a contenedores en busca de comida que no está en mal estado pero que ya está cumplida.

Cada vez son más los ciudadanos que a diario rastrean comida entre la basura para poder malvivir. No son "sin techo", son personas que te cruzas y jamás pensarias que se dirigen a su labor de rastreo.

Otra práctica común que se está imponiendo es la de dejar contenedores en zonas urbanas para que los vecinos vayan aportando algo, unos dejan un par de kilos de arroz, otros aceite, cada uno aporta una pequeña cantidad que después se repartiran entre los excluidos por el neoliberalismo, esa nueva rama del capitalismo que busca repartir con justicia, entre los que más tienen, claro está.

Gran porcentaje de la población española está bajo el umbral de la pobreza, uno de cada cuatro ciudadanos. La tasa de pobreza relativa en España se situa en el 19,5% de la población.

Somos noticia internacional en muchos telediarios. Españoles rastrean entre contenedores en busca de la comida que supermercados y tiendas tiran por invendibles.